Es curioso observar como las semillas de las hierbas parecen saber, casi por un instinto adquirido que cantidad de lluvia esperar. Hace tiempo que observo mi jardín desde el "gran espejo". Veo las plantas crecer y desaparecer en algunos casos, y volver a crecer después de podarlas. Pero ellas no me ven a mi. Bueno, sólo cuando cae la noche, las lámparas del salón descubren mi actividad a ese jardín salvaje que me observa taciturno como quedo dormido mientras leo una novela en el sofá.