El suelo es la clave para entender la casa. Como sabíamos que nuestra familia iba a crecer queríamos una casa que pudiera cambiar en poco tiempo sin hacer obras. Ante semejante dilema tópico-familiar nos sorprendieron haciendo unas líneas en el suelo, como si de una yacimiento arqueológico se tratara, que organizaría el crecimiento y las futuras divisiones de la casa.
Conservamos una parte del suelo de madera original de la casa y se recuperaron la mayoría de las puertas. Las nuevas intervenciones se distinguen de las existentes por su materialidad: un suelo de cerámica en espiga confinado entre esas líneas de madera embebidas en el suelo y unas divisiones de bloque silíceo ultraligero.
En el epicentro de la casa encontramos el antiguo office transformado en sala de operaciones, desde la que se puede ver a través de diferentes huecos lo que acontece alrededor y un cálido rincón desde el que escribir durante los momentos en los que la casa se vacía.
Arquitectura & Interiorismo. Fernando Altozano & Sebastián Severino
Construcción & Producción. Imaginean
Fotografía. Licinia Aliberti
Audiovisual. Espacios Vivos