Los dos coincidimos en que nuestra agenda ha cambiado y pasamos cada vez más tiempo en casa. La colocación de un suelo continuo que une el interior y el exterior de la casa fue un acierto. [El apartamento] es largo y estrecho, pero cada habitación tiene una ventana que sale o mira a ese vergel que nos permite ver sin ser vistos, descansar, y disfrutar de esa frondosa vista desde cada lugar.
Cuando vimos la obra terminada por primera vez nos impresionó estar en un gran rectángulo diáfano en el que únicamente una cama, una cocina o una chimenea daban nombre a cada espacio.
Con IMAGINEAN conseguimos la flexibilidad en la casa necesaria para nosotros en esta nueva etapa. El pasillo se ensanchó hasta la fachada y en vez de paredes, esbeltos armarios blancos artesanales, daban ritmo a aquel espacio. Después vinieron la correderas de vidrio traslúcido que con un sutil movimiento de dedo nos permiten crear diferentes ambientes.
Sobre nuestras cabezas continúa el Edén. Nos gusta dedicarle tiempo, pasear por ese estrecho sendero entre grandes macetones metálicos con árboles y flores de temporada que crean un microclima único. Y en un extremo, nuestro refugio, la pérgola, bajo la que acontecen las grandes comilonas familiares y nuestras tardes de lectura junto a un té de jazmín.
Arquitectura & Interiorismo. Fernando Altozano & Sebastián Severino
Construcción. Imaginean
Audiovisual & Fotografía. Espacios Vivos (Santi Donaire)