Existen ciertas zonas, debido a la abundancia del granito, que tienen mayor riesgo de emanaciones de gas radón. También está presente en determinados elementos de decoración y en los materiales de construcción si están fabricados con sustancias que contienen radón. Desde IMAGINEAN cuidamos la calidad del aire de nuestra obras y controlamos los niveles de este gas en colaboración con RCS, Radón Control Services, con los que buscamos soluciones.
Este gas radiactivo está presente tanto en el aire exterior como en el interior, de modo que es imposible evitarlo por completo, pero existen actuaciones para mitigarlo o eliminarlo del aire interior de las viviendas y espacios de trabajo, que es donde pasamos la mayor parte del tiempo. Este elemento químico tiene la propiedad de adherirse a las partículas de polvo presentes en el aire, y es la manera de que pueda entrar a nuestros pulmones. La inhalación del gas radón no resulta peligroso en niveles de seguridad; el problema puede producirse si la exposición es elevada durante períodos prolongados de tiempo.
¿QUÉ ES EL RADÓN?
El gas radón proviene de la desintegración del uranio 238, que está presente en las rocas de la corteza terrestre. Es un gas inodoro, insípido e incoloro y tiende a acumularse en interiores, particularmente en áreas donde el uranio está presente en altas concentraciones, depositado en las rocas situadas debajo de espacios cerrados. Su vida media es de 3,8 días y, por lo tanto, no es peligroso por sí mismo.