Como si de un juego se tratara, IMAGINEAN nos propuso una serie de reglas para volver a habitar nuestra casa.
Lo primero, volver a disfrutar de toda la superficie de nuestra casa el mayor tiempo posible. Para ello hicieron un perímetro equipado de instalaciones vistas (electricidad, luz, agua, calefacción, datos y sonido) dejando libre el centro para que acontecieran diferentes actividades. El baño y el aseo se convirtieron en un escaparate de ese perímetro.
En caso de que llegara un nuevo miembro a la familia, la casa se dividiría en dos partes iguales. Se haría con un tabique ligero de madera contrachapada con laterales pivotantes, capaces de aislar el dormitorio del espacio principal, sin comprometer la continuidad espacial del diseño. Y así fue pasados cuatro años.
Una casa siempre abierta a la posibilidad de cambio de quien la habite.
Arquitectura & Interiorismo. Fernando Altozano & Sebastián Severino
Construcción. Imaginean
Fotografía. Licinia Aliberti